Después de haber recorrido lo que precede, el lector casi se dirá seguramente: « acabamos de
exponernos un sistema más o menos ingenioso sobre puntos tan extranjeros para el
positivismo contemporáneo, que todo esto nos parece muy metafísico. Citaciones, tomadas a
autores que han vivido en épocas muy diferentes, a nosotros muestran que este sistema es muy
viejo, en sus grandes líneas, y que la humanidad, cansada del alimento sólida de la Ciencia,
vuelve a las azucareras de la filosofía a principios de cada siglo ».
El lector plenamente tendría razón si nuestro fin fuera tenernos allí y reemplazar por el
misticismo filosófico el pesimismo que invadió toda la generación precedente. El misticismo es
tan peligroso para nuestra opinión como el materialismo, y los estudios científicos serán
siempre el refugio de los espíritus inquietos o desalentados.
Pero todo tiene que rehacer en los métodos de exposición científica. La multiplicidad de los
detalles y la ausencia de una síntesis general atropella los espíritus más eminentes y la
especialización se impone todos de hora muy buena.
Entonces, si les decimos a todos los jóvenes ávidos de trabajo y de novedad: « Vuélvase sin
temor hacia este pasado que se le desfiguró; busque el método que permitió a Egipto hacer
nacer la civilización intelectual de Grecia, busque en los rastros de esta enseñanza en la
filosofía profunda de los alquimistas », esto no es con la esperanza de imponer a ellos esfuerzos
el conocimiento de una vieja ciencia arqueológica y momificada.
No por cierto.
Es en la esperanza de que encontrarán, gracias a este estudio, una llave general
de las ciencias del futuro, es en certeza que yendo por delante, sabrán evitar el gran peligro de
todas las reacciones espiritualistas: el clericalismo. Y les diremos:
« El materialismo se muere en ciencia como en arte; usted siente que aspiraciones nuevas se
despiertan en usted; y, guiados por las ideas de su infancia, usted necesita ideal. Tenga
cuidado, el clericalismo vela. Le hablará de esta figura noble de Jesús de Nazareth, tamaños
de la Fe y de los placeres místicos del Amor divino, le incitará a seguir la carrera que le señala
y cubrirá su espíritu de este tinte sombrío que cubre el cuerpo de sus sacerdotes.
« Si la enseñanza clerical no conducía el espíritu al sectarismo, queriendo imponer este error
grosero que una religión es sólo capaz de salvar la humanidad, si esta enseñanza no incitaba a
la guerra para cuestiones de Fe, a la guerra de religión totalmente desconocida de toda la
antigüedad o diciendo pagana y de todo el Oriente - le diría todo el primero: vaya a allí por su
ideal. Pero, en toda conciencia, no lo puedo, porque usted dispone en serie engañados. »
No hay Religión más elevada que la verdad, dicen Maharajá de Bénarès, y el primer carácter
de la verdad es ser sintético y no sectario - Vaya pues sin temor a la Ciencia, y tome, para
divisa: Voltaire ni Loyola.
La ciencia hará primero a usted a materialistas, sea; pero le armará así contra las empresas
futuras de todos los cleros, el pharisiens de todo país. Ustedes serán los primeros en querer
salir de la miopía intelectual que el positivismo les impone a sus adherentes, y entonces no
vacile más: estudie las enseñanzas del Pasado, y usted se le dará fe hasta por la Razón y por la ciencia.
El Ocultismo no vale por su carácter arqueológico, no vale por el estudio que hace unos
fenómenos extraños producidos en nuestros días. No establecemos una doctrina científica
sobre una vieja piedra, no más que sobre una fe de un histérico que se desdobla L ocultismo
vale sólo por sus aplicaciones.
Es porque los que estudian la ciencia oculta pueden anunciarle nuevos métodos al artista
también bien. Que al sabio, al hombre político tanto como al filósofo que el ocultismo puede
ser estudiado por hombres serios. Son sus aplicaciones de ahora en adelante que permiten
defenderlo altamente, en nuestra época toda de Razón.
En esta última parte de nuestra exposición, queremos abordarles muy sumariamente las
aplicaciones de la Ciencia Oculta a algunos problemas científicos y filosóficos
contemporáneos. Acabaremos indicando el estado actual del movimiento provocado en
Francia por el ocultismo en estos últimos años.
El problema que, generalmente, interesa más al hombre, mismo es.
¿ Quiénes somos, y, como consecuencia, dónde vamos, y de donde venimos? ¿ La vida tiene un
fin? ¿ Somos libres o determinados? ¿ Les existe una sanción cualquiera a nuestras criadas o a
nuestras malas acciones? ¿ Hasta existen unas acciones que sean buenas y otras las que sean
malas?
A esto el materialismo responde: somos el producto de una evolución material, y el agregado
de celdas{*células*} que constituyen nuestro YO desaparecerá a la muerte y se irá constituir
otros organismos. Venimos por casualidad y vamos al néant. Nuestras facultades como
nuestras acciones dependen de la herencia, del medio y de nuestros órganos, no sabríamos ser
más responsables no que la rueda de ómnibus que atropella a un imprudente o la teja
derribada por el tejado que mata el transeúnte; el mal o el bien son unas palabras inventadas
por nuestro orgullo para satisfacer nuestras vanidades.
El gendarme todavía es la sanción
moral más elevada. El hombre, tan concebido, es constado por un principio vil: el cuerpo
físico.
El catolicismo se entera de nosotros que somos constados por un cuerpo mortal y vil y por una
alma inmortal. Uno viene de polvo, es el cuerpo. Y regresará allí; el otro viene de Dios, es l el
alma e irá después de la muerte al Paraíso pensar cantar a ángeles y contemplar a un Dios
anthropomorphe, si fue sabia, o si fue mala, en el Infierno para la Eternidad Si fue neutra y
guardó algunos pecados veniales, el Purgatorio le tiende sus tormentos para algunos millares
de años solamente. El resto es en proporción y capaz de satisfacer plenamente las inteligencias
medias. Pero el anatomista y el fisiólogo todavía se preguntan cómo este principio tan puro
puede accionar bien el rectum o entregarse a las dulzuras del chylefication.
Entre estos dos extremos la filosofía dicha espiritualista, para uso de los bachilleres y los
alumnos de la Escuela normal... Hecho de la historia y de ella. Crítica. Es lo que él allí de
haber sido más sabio.
Entonces el ocultismo piensa aportar una serie de hipótesis susceptibles de explicarle
racionalmente la constitución del hombre tanto al fisiólogo como a filosofo1.
La existencia, no como entidad metafísica, pero bien en calidad de realidad fisiológica de un
principio de acción intermediaria entre los órganos físicos y las facultades intelectuales,
permite resolver simplemente la parte más grande de los problemas puestos. El materialista
perfectamente tiene razón en sus afirmaciones, pero se fija en el estudio del cuerpo físicos; el espiritualista también tiene razón, pero estudia sólo el polo opuesto del equilibrio: el Espíritu
conciente.
El ocultista procura, no a destruir, pero unificar los esfuerzos de la Filosofía y los de
Ciencia.
El Fin sí de la vida, dice, es fabricar su destino futuro, porque el hombre es libre en el círculo
de fatalidad que le arrastra, como el pasajero del vapor es libre en su cabina.
Todo lo que existe tiene derecho a nuestro respeto: el Cuerpo físico tanto como el Espíritu. El
Misticismo es una pérdida del equilibrio moral, por muy grande como el Sensualismo. La
sanción de nuestros actos, me mismo es que la creamos, yo mismo es que sostenemos los
errores de nuestras malas acciones o sea en esta vida, sobre nuestros bienes materiales, o sea
en una existencia futura cuando nos reencarnaremos.
La doctrina de la reencarnación esté sobre esta Tierra o en otro lugar del Espacio, dato como
sanción moral de nuestras acciones y como origen de nuestra situación en la sociedad, siempre
ha sido enseñado por Ocultismo.
Cada uno de los principios que constituye el hombre viene de un plan de acción diferente.
El
cuerpo físico viene del mundo físico y regresa allí. El cuerpo astral viene del plano astral. El
Ser psíquico es un resultante de la combinación del cuerpo astral con Espíritu; es la chispa del
MÍ actual que no será más al MÍ de la próxima existencia.
A la muerte, el hombre cambia de estado y no de lugar. Realiza el ideal que se imaginó en su
última existencia y este ideal subsiste tanto mucho tiempo como ha sido concebido con más
intensidad.
Luego la entidad espiritual se reencarna y persigue así su evolución individual, sube y
desciende en la escala social, pero le progresa pesar de le; porque el sistema entero evoluciona
hacia la Reintegración final. El Progreso existe para la generalidad si parece no existir para él
individuo.
Pero la evolución, para ser efectiva, debe ser colectiva. Las colectividades tienen las mismas
leyes de existencia, de enfermedad y de muerto que los individuos; el hombre está en la
humanidad lo que una célula del cuerpo humano tiene que entera Ser. Existen pues una
ciencia del social, una anatomía y una fisiología de la Naturaleza ignorados de nuestros
políticos contemporáneos y a la reedificación de los cuales trabaja un gran número de
ocultistas. (Citemos sobre todo desde este punto de vista los trabajos de F.-Ch. Barlet y de
Julián Lejay).
La sociedad es un ser completo, teniendo sus órganos: económicos o abdominales, jurídicos o
torácicos y profesores o cefálicos.
La Ciencia de la sociedad, de su evolución y de su transformación normal o patológica, es allí
la llave verdadera de la Historia, que tiene que rehacer para el que sabrá aplicar sobre esta
rama del saber humano las enseñanzas del ocultismo.
Al concernir la Tradición histórica a las antiguas civilizaciones de Lemurie y de Atlantide, así
como la Ley de evolución de las razas generadas cada una y en épocas fijas por un continente
particular, luego aniquiladas también en épocas fijas por un cataclismo cósmico, esta tradición
apenas es sospechosa en sus consecuencias por ellas contemporaneas.
Selección-unidad del Hombre. Identidad de las leyes fisiológicas y psicológicas del individual y
del colectivo.
Sanción moral dada por la Reencarnación. Progreso general y libertad de subir
o de decaer en el círculo de la fatalidad, para el Individuo. El hombre factor personal de su
posibilidad{suerte} y de su desgracia, sin tener sufrir después de la muerte de otro juicio que
el del ideal que su conciencia manifestó. Tales están, resumenes, los puntos principales puestos
al día por la Ciencia 0culta concerniendo al hombre. Añadamos a Ia existencia de los seres
andróginos formados sobre el plano divino por la fusión de las almas gemelas, la teoría de las
imágenes astrales, las elementales y de la evocación y habremos mostrado cómo el ocultismo
explica los fenómenos que desvían tanto a nuestros contemporáneos sabios, casi totalmente
imbuidos principios materialistas.
Extensión de la anatomía y de 1a fisiología por la creación de la anatomía filosófica y de la
fisiología sintética, la creación casi entera de la psicología por el estudio de las facultades
normales y transcendentales del ser psíquico y del espíritu conciente; reedificación de la
historia y la creación de la política sintética, de la anatomía y de la fisiología sociales, tales son
las principales aplicaciones que el estudio del hombre individual o colectivo permite ofrecer a
los ocultistas del futuro. ° Y ciertos jóvenes pretenden que su actividad no tiene más
desembocaduras!
¿ Después de haber hablado mal que bien del hombre que diremos sobre aspectos diversos
bajo los cuales nuestros contemporáneos contemplan la Naturaleza?
El azar conduce todo. Bolas conectadas otra vez por hipótesis constituyen el Universo infinito
y el Progreso y la Evolución y el ancho Transformismo accionan minerales, vegetales y
animales, a la buena de Dios la selección natural.
Toda la naturaleza con sus fuerzas físicas y
sus afinidades químicas evoluciona majestuosamente para alcanzar al hombre, y, cuando esta
evolución llega al hombre, éste regresa en el néant, etcétera en la perpetuidad. He aquí muy
apresuradamente resumido la enseñanza del materialismo.
¿ Hay que hablar de la enseñanza de la fe católica? Esta enseñanza, considerada como un
dogma, estando basado en una traducción errónea de un libro de físico escrito por un
sacerdote de Osiris apodado Moisés, no hablaremos de eso: porque la colección de
barbarismos acumulados por los traductores no merece por cierto que se fija en eso un solo
instante.
Entre los físicos y los filósofos, todavía vemos aparecer los ocultistas. A la teoría de la
evolución del físico hacia el psíquico, añaden la afirmación del embrollo del psíquico hacia el
físico, y es del juego de estas dos corrientes que resulta la creación.
La unidad de fuerza y la unidad de sustancia, condensadas ellos mismas en la unidad del
movimiento, el origen y de la fuerza y de la sustancia, siempre ha sido enseñada por los
alquimistas, los poseedores de la tradición esotérica.
Por fin la existencia del plano astral, el factor y el conservador del plano físico e intermediario
entre el plano creativo y la materia, permite resolver una cantidad de problemas todavía
oscuros.
Las relaciones estrechas que unen el Macrocosmo y el Microcosmo dan, además, a la ocultista
de las nuevas facilidades para la solución de estos problemas por el empleo del método
analógico.
Establecer al lado de las enseñanzas analíticas de los contemporáneos sobre la astronomía la
física, la química y las ciencias naturales diversas, la serie de obras sintéticas donde los carácteres generales de estas ciencias, descubiertos tiene la ayuda de la analogía, íntegramente
serían dados a luz, mostrar que una ley sola y misma dirige todas las manifestaciones de la
Naturaleza, he aquí todavía un nuevo campo abierto a la actividad del investigador que quiere
extender las aplicaciones del ocultismo.
La cuestión de la existencia de un principio creativo universal, independiente de la acción
inmediata de la creación gracias a la existencia del plano astral y del microcosmo, indigna en
nuestra época de las disputas puramente metafísicas. También no nos hagamos pesado este
punto, reenviando al lector lo que tenemos del conmovedor el arquetipo.
LAS SOCIEDADES
El Ocultismo, considerado hasta el punto de vista de su acción sobre el ser individual, tiene
por objeto, ante todo, desarrollar en este ser la espontaneidad y exaltar a la personalidad.
Es porque los primeros estudios deben ser individuales y hechos en el recogimiento y el
trabajo. Hay que aprender a conocer la fuerza de su voluntad.
Pero es allí solamente el principio, es la creación por el ser de un dinamismo que lo perderá si
ellos no es ejercido sobre el mundo exterior.
Una vez armado, hay que poder sin temor lanzarse a la pelea; hay que actuar la sociedad
rebelde por la acción, por la ciencia o por el arte.
Es mientras el joven investigador quiera ponerse en relación con las sociedades que se ocupen
de cerca o de lejos de .ces cuestiones. Entrará o sea en un grupo a espiritista, o sea en una
sociedad magnética, o sea en un grupo de estudios filosóficos.
También debemos, para acabar, decir algunas palabras de las ideas diversas y representadas y
de las principales escuelas que existen actualmente en Francia. ¿ En primer lugar, cuál tituló
toma al recién llegado?
TÍTULOS Y GRADOS
En la antigüedad los grados científicos que fueron librados por facultades que confieren todos
los títulos después de pruebas iniciáticas; estos grados tenían totalmente un carácter
sacerdotal.
Así es como la palabra de Hermès trismégiste designaba la Universidad central, cuyos templos
todas las facultades regionales llamadas eran las ramas.
Los doctores de cada una de estas facultades tomaban el nombre de sacerdotes: sacerdote de
Esculape doctor en medicina, sacerdote de Apollon, doctor en artes, Etc, etc - Además, los
altos grados científicos conferidos en los centros diversos daban los títulos sucesivos de hijo de
la mujer (licenciado), el hijo de los Dioses (catedrático), el hijo de Dios (iniciador practica y
profesor) etc, etc..
Estos nombres cambiaban además según las Universidades. En Egipto, el myste y el épopte
indicaban grados equivalen a los altos grados de los misterios de Mithra, en Persia, y el épopte
equivalía a título de mago que, entre los Judíos iniciados, equivalía al kabalista.
En nuestra época, las sociedades secretas conservaron ciertas denominaciones sacerdotales.
Pero, para evitar el ridículo, estos grados generalmente son designas por una carta M***, o
por una cifra 18 ° ***, a menos que pertenezcan a título{*en calidad*} de la orden.
También, cuando ustedes verán, en nuestra época, a individuos titularse "Magos" o
"Hiérophantes" o « hijo de Dios », sin que existe Asamblea patente u oculta capaz de librarles
títulos iguales, al examen, sean persuadidos que ustedes están en relación con ignorantes o con
vanidosos, si no es más.
EL OCULTISMO Y EL ESPIRITISMO
Hablamos ya a menudo, en el curso de nuestra exposición, fenómenos dichos espiritistas.
La
existencia de estos fenómenos constituye hoy un hecho tan innegable como la existencia de los
fenómenos del hipnotismo y de la sugerencia.
Pero sabia que se ocuparon de estos hechos, como Crookes y Lombroso, si certificaron la
realidad, siempre hicieron las reservas más grandes que concernían a teorías espiritista.
Basta además con leer un artículo, bastante mal documentado por otra parte, pero
exponiendo bien las ideas de nuestros contemporáneos sabios, en la Revista Filosófica del 1 de
abril. 1892. ° El autor es Sr. Pau! Janet. Veremos allí cómo las teorías son: consideradas por
los filósofos como contemporáneos.
Es después de haber reconocido la insuficiencia de la teoría espiritista hasta el punto de vista
de las exigencias de ello.
Ciencia contemporánea que hemos sido hechos exponer las ideas del
ocultismo que tocan los mismos hechos.
El ocultismo no niega, jamás negó la posibilidad de comunicar con los seres defectos; pero
restringe considerablemente el número de las comunicaciones efectivas. La mayoría de las
veces, en efecto, se trata de hechos de autosugestión o de hipnotismo transcendental, hechos en
los cuales las fuerzas de los médiums. Y asistentes intervienen únicas.
Pero el ocultismo abastece de estos hechos una teoría complicada y abstracta, por algunos
puntos, para ciertas inteligencias, susceptible de satisfacer un espíritu riguroso, pero muy
poco simple para muchas personas.
Es porque vivamente aconsejamos a todos nuestros lectores todavía poco familiarizados con
estas cuestiones, de estudiar primero la teoría espiritista y de practicar el espiritismo por
medio de todos los médiums de los que podrán disponer.
Y tan hasta el espiritismo les parece ser la expresión total de la verdad, si esta doctrina
esencialmente consoladora basta para sus aspiraciones, si se abstienen bien de buscar otra
cosa.
El espiritismo enseña, en efecto, la constitución ternaria del ser humano, el estado del Espíritu
en el plano astral es bien descrito por la doctrina del erraticité, la ley de la reencarnación con todas sus consecuencias sociales es bien expuesta, y un miembro de la antigua universidad
hermética de Egipto reconocería en esta doctrina simple y consolante las preliminares de toda
iniciación.
El filósofo contemporáneo buscaría vanamente, es verdad en el espiritismo, una teodicea, una
cosmogonía o todavía una metafísica original; pero el espiritismo destina un amor tan intenso
para la experimentación y tal desprecio para toda doctrina metafísica, sea científica, que el
filósofo no tiene que decir nada.
También, todavía repitamoslo, comience siempre. Por el espiritismo, y, si esta doctrina
plenamente responde a sus aspiraciones, quédese de allí allí. No somos unos sectarios que
aspiran a la posesión exclusiva de la verdad, somos unos investigadores independientes, y toda
convicción sincera merece nuestro respeto.
Si no obstante la acción constante de los "Espíritus" en la producción de estos fenómenos no
le parece tan evidente que queremos decirlo; si usted observa analogías estrechas entre las
comunicaciones obtenidas y el intellectualité del médium, si sus estudios conducidos según los
principios del positivismo, le llevan a estudiar las relaciones del hipnotismo y de los hechos
espiritistas a los que usted podrá comprobar, entonces aborda el ocultismo, cita cuenta teorías
que pone por delante por la explicación de estos hechos todavía extraños.
El estudio y la explicación de los fenómenos del astral constituyen sólo una porción ínfima del
dominio del ocultismo; lo vimos. También hablamos de estos hechos sólo para mostrar que,
tan muchos de los que trabajan actualmente en la aplicación del ocultismo a nuestros
conocimientos a contemporáneas comenzaron por estudiar prácticamente el espiritismo, es el
que en efecto es allí la vía que vivamente les aconsejamos a todos los principiantes seguir.
Un ocultista que no conocería la teoría espiritista y los fenómenos espiritistas sería por cierto
una excepción entre nosotros. Justo sólo comenzando por ahí puede darse cuenta
posteriormente de complicaciones y dificultades aparentes que les presenta el ocultismo a los
principiantes.
Quisimos hacer ocultistas a los adversarios de los espiritistas. ¿ Por qué? El ocultismo es
mucho más abstraído, más complicado en sus explicaciones que el espiritismo. También somos
persuadidos que basta con entenderse y que el tiempo se encargará de poner a todo el mundo
de acuerdo.
Dr Encausse Pappus
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