sábado, 1 de octubre de 2016

LA CLAVE DE LOS ARCANOS MAYORES




 Arcanos mayores — 1° ternario — 2° ternario — 1° septenario — 2° septenario — Los tres septenarios y el ternario de transición. 

 La diferencia fundamental entre los arcanos menores y los arcanos mayores consiste en que, mientras en éstos se reúnen los números a las figuras, en aquéllos se hallan separados. Los arcanos mayores suman en total 22 láminas, de las cuales una lleva el número cero; por lo tanto, los grandes arcanos o arcanos mayores suman 21 en realidad. La mayoría de los autores que se han ocupado del Tarot han considerado tan sólo estas 22 láminas, sin tener en cuenta las 56 restantes, que sin embargo nos dan la clave general del sistema. Mas dejaremos estas disgresiones para abordar de inmediato la aplicación de la ley "iod-hé- vau-hé" a esta parte del Tarot. La más simple reflexión nos sugiere la idea que deben existir en los arcanos mayores las mismas series que hemos hallado en los arcanos menores. Mas ¿cómo determinar la magnitud de estas series? Cada uno de los arcanos menores llevaba un símbolo, fácil de referir al conjunto (Bastos, Copas, Espadas y Oros); pero el caso aquí es distinto. 

Cada lámina representa un símbolo diferente. Por lo tanto no será el simbolismo lo que pueda guiarnos, al menos por el momento. Además del símbolo, cada lámina traduce una idea. La idea resulta ya una guía mejor, por lo menos es más fácil de clasificar que el símbolo; pero esta guía no ofrece todavía las garantías necesarias, pues se prestará a diversas interpretaciones. Por otra parte, la idea es consecuencia de la acción del símbolo sobre el otro término expresado por la lámina: el número. El número, he aquí por cierto el elemento más positivo, el más fácil de seguir en su evolución. Será entonces el número el que nos guiará; será con su ayuda que descubriremos los otros dos términos. Recordemos la exposición que hiciéramos sobre los números. Con su ayuda hallaremos fácilmente las series de los arcanos mayores. Pero antes hagamos una advertencia: Las series que enumeraremos serán las más generales de todas, mas no las únicas. Esto dicho, consideraremos los cuatro primeros arcanos. 

Los números 1, 2, 3 y 4 determinan de inmediato la clasificación que deberemos adoptar y la naturaleza de sus términos: 1 corresponde a iod y es por lo tanto "activo". 2 corresponde a hé y es por lo tanto "pasivo". 3 corresponde a vau y es por lo tanto "neutro". 4 corresponde a hé e indica la transición. 

Este último arcano, el 4, corresponde al Valet y al 10 de los arcanos menores, por lo tanto constituirá la "iod" de la serie siguiente. Si deseamos esquematizar el primer ternario, 1, 2, 3, podremos hacerlo así:

El término activo (1) se halla en el vértice superior del triángulo, los otros dos en los vértices de la base. 
Este mismo ternario puede también dibujarse según sus relaciones con "iod-hé-vau-hé": 



                                                               SEGUNDO TERNARIO 
Hemos dicho que el "4" se transformaba en la iod o término activo de la serie siguiente. Esto se realiza según las correspondencias siguientes:

El 4, representado por la iod, obrará en presencia del 5 y el 6, del mismo modo como el 1 obra en presencia del 2 y el 3; en consecuencia obtendremos un nuevo ternario:

 El 7 actúa aquí del mismo modo como actuaba antes el 4; lo mismo ocurrirá con todas las series de los arcanos. PRIMER SEPTENARIO La aplicación de una misma ley a términos bastante diferentes nos ha conducido hasta aquí; no abandonemos este procedimiento y digamos: Si en un ternario existe un término activo = iod, un término pasivo = hé, y un término neutro = vau, ¿por qué no habría de ocurrir lo mismo con los ternarios tomados en conjunto? El primer ternario corresponderá entonces a iod, término activo; el segundo ternario corresponderá a hé, término pasivo; y el tercer ternario corresponderá a vau, término neutro, resultado de 1; acción del primer ternario sobre el segundo. Representemos todo esto:

El 7 constituirá entonces el elemento de transición entre un septenario y el que le sigue.

Si ahora fijamos las relaciones de este primer septenario o "iod-hé-vau-hé", obtendremos:

De paso hagamos resaltar una observación importante: el 4 no es otra cosa que el 1 considerado negativamente, del mismo modo que el 5 es el negativo de 2 y el 6 el negativo de 3. Por lo tanto se trata siempre de un mismo número considerado en diversos aspectos. Hemos pues determinado un primer septenario formado por la oposición de dos ternarios. También hemos visto reproducir en este septenario la ley "iod-hé-vau-hé". SEGUNDO SEPTENARIO Lo que es verdadero para el primer ternario debe serlo también para los demás, continuando con el procedimiento propuesto obtendremos un segundo septenario así formado: 


Los dos ternarios, positivo y negativo, se equilibrarán para dar nacimiento al segundo y a su término de transición 13. Así: 



Mas si dos ternarios obran respectivamente como positivo y negativo, no ocurrirá lo mismo con los dos septenarios. El primer septenario, considerado en conjunto, será entonces positivo con relación al segundo, el cual será negativo respecto del primero. El primer septenario corresponde a iod y el segundo a hé. TERCER SEPTENARIO 
El tercer septenario está formado del siguiente modo: 



Si el primer septenario es positivo y el segundo negativo, el tercero será neutro y corresponderá a vau. Tendremos en definitiva: 
1° Un septenario positivo = iod 
2° Un septenario negativo = 
hé 3° Un septenario neutro = vau

Sin embargo cada septenario nos ofrece un término común con el septenario precedente y común también con el siguiente. Luego el 7 es el séptimo término del primer septenario y el primer término del segundo; el 13 es el último término del segundo septenario y el primer término del tercero, etcétera. Resulta de lo dicho que existen tres términos para clasificar: 19, 20, 21. Estos tres términos forman el último ternario, ternario de transición entre los arcanos mayores y los menores, ternario correspondiente a la 2° hé, y que puede ser representado así:

La última lámina, que debería llevar el No 22 según la correspondencia hebraica, cierra el Tarot con una maravillosa figura que traduce su íntima constitución, para quien sepa comprenderla. Ya volveremos sobre esto.



 En definitiva, la gran ley está representada en los arcanos mayores, del siguiente modo.



LA NATURALEZA El primer septenario corresponde al Mundo Divino, es decir Dios. El segundo al hombre. El tercero a la Naturaleza. Y el último ternario indica el tránsito del mundo creador y providencial, al mundo creado y fatal. Este ternario establece la relación entre los arcanos mayores y los arcanos menores. 


Papus


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